KARATE KYOKUSHIN CHILE- ACADEMIA OYAMA (SO KYOKUSHIN CHILE)

Experiencia negativa: Primero que nada Ossu!! Shihan Pedro Pino Ávila, fui alumno del Dojo cuando estaba en Agustinas con mav-kiver ,han pasado 14 años ya,las clases eran para mí opinión perfectas la técnica de cada movimiento era primordial ya esto sumar el Ki en cada clase yo entrenaba de lunes a sábado, nuestro Shihan nos mensionaba que el karate kyukushin es un entrenamiento diario,es un arte no es solo kumite,es la llave para la libertad,confíanxa y paz,fueron los mejores momentos de mi vida,entrene jiujistsu con Víctor Vásquez ,kick boxing con el tema pardo cuando estaba en santa Isabel,kunfusholeefut consifu Raúl, boxeo con Martin Vargas padre e hijo en estado nacional ellos todos,buenos pero mi Shihan me enseñó que la técnica es el amor a la disciplina ,es nacer cada clase ver el mejoramiento y los errores es volar en segundos con el viril grito Kiai!!atraves de los entendí lo que era el karate es aprender amarsr a umo mismo y respetar a las personas,es superaciónental el kumite se have más didáctico y certero con estad armas,estoy casi licuado esperando una intervención quirúrgica y volveré con la misma impetud qué ingresé mi primera clase Ossu Shihan!!

Experiencia fantástica: Excelente escuela de kyokushin, exigencia, disciplina y respeto es lo que se respira en el dojo. Pronto retomaremos las clases con mi hijo.

Experiencia fantástica: Una de las pocas Academias de Karate serias en Santiago. Un punto muy positivo es que la formación de los instructores es comprobable y siguen las líneas tradicionales del estilo Kyokushin hasta su fundador. Gran calidad de instructores y equipamiento, ambiente respetuoso, muy limpio, destacable en sobremedida la seriedad frente a la práctica de las artes marciales, tanto por el enfoque "budō" como por la prevención de lesiones o riesgos innecesarios que generalmente se observan en gimnasios y otras actividades relacionadas con deportes de contacto pleno o combate. Buen balance entre la preparación física y aprendizaje de técnicas. Totalmente recomendable para quienes quieran aprender Karate en serio, o para quienes quieran mejorar su estado de salud general.

Experiencia negativa: Una muy mala experiencia en este lugar de entrenamiento debido al trato de las personas a cargo. Cabe destacar primero lo positivo, lo cual se debe decir que la infraestructura del lugar es genial, como muy pocos lugares, con pesas, sacos e implementos que rara vez se ven en un dojo nacional. Pero sopesando en gran medida negativa, lamentablemente, se trata pésimo a los estudiantes, hubo un niño al cuál el mismo instructor dueño y a cargo le dijo "¡¿Acaso eres tonto!?" por no poder distinguir bien la derecha de la izquierda, la cual debe ser una habilidad que se debe entrenar pacientemente, sobre todo en niños. Constantemente se tildaba de gordo a los que tenían sobre peso. Se obliga a elongar por períodos muy extensos los músculos sin siquiera haberlos hecho entrar en calor, lo cual denota falta de conocimiento en el ámbito físico. La modestia y respeto japoneses son completamente inexistentes aquí, ni siquiera me ofrecieron una clase gratis, lo cual es una bandera roja en cualquier lugar de entrenamiento. La dureza en la artes marciales debe ser promovida para forjar el espíritu y el cuerpo pero nunca faltando el respeto a la gente. Si estuviera mintiendo la gente no me pondría likes y al destacar tanto lo bueno como lo malo estoy siendo objetivo pero se me responde, sin sorpresa alguna, con total ausencia humildad y respeto. Incluso en la página de inicio de la página se lee como algunos estudiantes se desligaron de esta escuela. Una inversión elevada de 50 mil pesos no vale la pena, este no es el único "gran" dojo que existe. Busque otro o también un gimnasio es una buena inversión.